A propósito de unos videos sexistas publicados en redes por uno de los líderes del gremio de taxistas en Bogotá, en la SDMujer hemos reflexionado acerca del énfasis que debe dársele a la discusión sobre el transporte en la capital y, por ende, en Colombia. Con esto en mente, queremos entregar algunos datos relevantes sobre el papel de las mujeres en el sector del transporte; cómo grandes ciudades han entendido la necesidad de vincular cada vez más mujeres a este sector y cómo las repercusiones y los efectos son muy positivos para la profundización de la democracia y la conquista de la igualdad.

 

  • ¿Sabías que existe una red llamada Transport Genderlab desde la cual se discute la incorporación de la perspectiva de género en los sistemas de transporte público a través del intercambio de experiencias?
  • Acciones realizadas por esta red
    • En Jalisco, México, ante la mala imagen que tenían los policías viales, la ciudad renovó el cuerpo de policías incorporando un mayor número de mujeres a través de la convocatoria “Buscamos a las mejores”; con esa acción, se mejoró la imagen de este órgano de autoridad y se dio cumplimiento a la ley de igualdad entre mujeres y hombres.
    • En Buenos Aires, el 42% del personal del Cuerpo de Agentes de Tránsito y Seguridad Vial de la ciudad es de mujeres y, además, las incluye como jefas de bases operativas, supervisoras y coordinadoras por turno.
    • Santiago de Chile creó una mesa público-privada con el objetivo de promover la inclusión laboral femenina y generar una mayor cercanía entre las mujeres y el sector del transporte; participan únicamente mujeres empresarias ligadas al transporte, con el objetivo de visibilizar y consolidar una red de mujeres lideresas de ese sector.
    • En Londres, Transport for London, a través del programa ‘Cien años de mujeres en transporte’, ha implementado estrategias para reincorporar mujeres con formación técnica quienes, por la maternidad, abandonaron la industria.
    • Bogotá incorporó 641 mujeres en el cuerpo de profesionales asignado al control y fiscalización del tránsito de Bogotá.
    • La alcaldesa Claudia Lopez mencionó el pasado sábado que, en Transmilenio, se va a tener mayor participación de mujeres como operadoras del sistema.

 

Y así, hay muchas más acciones que se realizan en el mundo. Son este tipo de hechos los que dan respuesta efectiva a las realidades de las mujeres cuando hacen uso de los medios de transporte para movilizarse, más cuando se sabe que la movilidad no es neutral en términos de género, porque los roles tradicionales hacen que la movilidad de las mujeres en la ciudad sea diferente: hacen más viajes, en desplazamientos más cortos y en horarios más dispersos durante el día. Es en torno a estas formas de acción en las que se debe continuar trabajando para mejorar la experiencia de las mujeres en el transporte público, pero sin dejar de lado aquellas dirigidas a transformar los imaginarios y los estereotipos que, como es evidente en los videos de este taxista, siguen vigentes y buscan excluirlas de este sector productivo.

 

Las expresiones machistas de este taxista usadas en sus videos, mediante las cuales invita a las conductoras de Uber a buscar trabajo lavando, planchando y cocinando, reflejan que aún se encuentran muy arraigados los estereotipos que relegan a las mujeres al trabajo doméstico y de cuidado. Así lo confirman los resultados de la Encuesta Bienal de Culturas (EBC) de 2017, según los cuales el 40,4% de los hombres y el 35,9% de las mujeres mayores de 13 años en Bogotá están de acuerdo o completamente de acuerdo en que una educación adecuada para las niñas es la que da preferencia al desarrollo de los roles de madre y esposa. En el mismo sentido, según la EBC 2017, el 60,7% de los hombres y el 63,6% de las mujeres están de acuerdo o completamente de acuerdo con que las mujeres por ‘naturaleza’ hacen mejor los oficios del hogar que los hombres.

 

También la información estadística ayuda a comprender las formas como se movilizan las mujeres en la ciudad, en particular cuando usan transporte público individual. En 2019, la Secretaría Distrital de la Mujer, a través de proyecto Me Muevo Segura, realizó una encuesta de percepción sobre las sensaciones de las mujeres al momento de usar su principal medio de transporte y se encontró que, mientras el 87,2% de las mujeres encuestadas que usaron transporte privado por aplicación tuvieron sensaciones agradables, como tranquilidad, confianza y protección, esta proporción se redujo al 70,3% cuando el medio de transporte fue el taxi.

 

Al preguntarles a las mujeres en esta misma encuesta sobre las decisiones que adoptan para sentirse más seguras en el espacio público nocturno, se halló que el 28,4% de ellas utilizan plataformas de transporte privado y el 27,9% piden taxi, pero en el 59,6% de los casos ellas viajan acompañadas, evitan sectores o no viajan, hechos que contribuyen a privarlas del goce y el disfrute del espacio público en horas de la noche.

 

El papel de las mujeres en el sector del transporte va más allá ser usuarias o conductoras. Promover su inclusión en otras labores históricamente masculinizadas en este sector, como ya se está haciendo en otras latitudes, aporta de forma significativa a avanzar no solo en materia de igualdad y equidad de género, sino también en el mejoramiento de las percepciones de las personas usuarias del transporte público, tanto masivo como individual, en especial, de la experiencia de las mujeres a la hora de movilizarse.

 

Esto, sin duda alguna, es un reto tanto para las empresas privadas como las públicas. Por esto, integrar mujeres en todos los escenarios, espacios laborales y posiciones de poder en el sector transporte, abre una ventana de igualdad de oportunidades en el acceso al empleo, la confianza en el servicio de transporte (especialmente en el transporte público) y la eliminiación de estereotipos sexistas sobre los roles de género.